martes, 19 de julio de 2011

Oscar Altamirano, poeta, exguerrillero y rebelde nato

Presentación

Oscar es un hombre con las palabras y el carácter necesario para sostenerlas. Es un humanista, un liberador de las pesadillas del exterminio político que apabulla cada día de nuestra absurda existencia, un soñador. Autor de Pata de Perro de la Editorial Start Pro (2009), Oscar tuvo a bien entregar en julio de 2010 a Cascada de Palabras/cartonera, su libro Chirona, historias de prisión. Un compendió de narrativa simple y construcción de ambientes que rebasan cualquier idea que se tenga de lo que es una prisión clandestina para presos de conciencia.

Con palabras de hierro, el autor de Chirona, historias de prisión, se define como un amante de la libertad, de la muerte, de la vida.

Su libro dibuja los sinsabores del precio que pagó por su amor a la libertad; de sus días y sus noches en las prisiones clandestinas de México, cuando cayó preso y fue desaparecido por el Estado mexicano en la década de los 70; de esos momentos en que estuvo preso en diversas cárceles para acallar su conciencia y limitar su espíritu.

Afortunadamente para el resto de nosotros, no lograron pisar sus ansias de justicia y con aún mayor fortuna para nosotros, no le mataron y le desaparecieron como a cientos o quizá miles más de nuestros conciudadanos que se decidieron a tomar las armas como respuesta única a la tiranía de la llamada dictadura perfecta.


Aquí sus historias: Mónica Gameros, editora.


Fragmentos:


para los perseguidos/ presos/ desaparecidos/ por el gobierno represor y asesino

para los poetas rebeldes/ para los rebeldes –por su rebeldía poetas
 

“La CNDH confirmó a la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limedh) que los dos integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) desaparecidos desde el pasado 25 de mayo en Oaxaca no se encuentran en el Campo Militar número 1.

(…)

El pasado viernes autoridades militares se comprometieron a permitir la entrada al personal de la CNDH al campo militar. Mientras que un actuario del juzgado sexto de distrito de amparo en materia penal acudió esa noche al cuartel para informar que se había tramitado un amparo por la presunta desaparición forzada e incomunicación.”


La Jornada, lunes 20 de agosto de 2007



El 29 de julio de 1977 me detuvo la policía judicial del estado con el compañero n en jojutla morelos/ por la noche nos entregaron a la policía política brigadas blancas/ luego el calvario/ nos llevaron al cuartel militar de cuernavaca/ un par de días/ después a la procuraduría general de la república en el distrito federal/ en celdas clandestinas ubicadas en la azotea/ tres días/ un viaje al cuartel militar de tuxtepec oaxaca/ seis días más…. finalmente al campo militar número uno en la ciudad de méxico/ conocido como el campo marte/ hasta el 3 de noviembre/ casi tres meses/ en todos lados nos torturaron….

algún día entre septiembre y octubre nos sacaron de sus mazmorras/ además había otros prisioneros con más tiempo/ hasta 6 meses ahí/ nos metieron en vehículos cerrados tipo panel/ atados vendados y amordazados/ creímos que era el fin y cantamos la internacional/ nos callaron a culatazos/ eso me rasgó y movió un poco la venda sobre los ojos/ pude observar por la ventanilla del copiloto/ los vehículos daban vueltas dentro del cuartel…. horas más tarde nos regresaron a las celdas/ estaban lavadas/ olían a jabón y desinfectante….

en la prisión de cuernavaca/ adonde fuimos consignados tras el secuestro policíaco-militar/ supimos que esa fecha del paseo al interior del cuartel el gobierno federal anunció y permitió/ con grandes discursos de excelsa democracia…. legalidad…. transparencia…. estado de derecho…. etcétera…. la visita de una comisión europea de amnistía y cruz roja internacional al campo militar/ para constatar que no estábamos ahí….
esa es la función política de las “comisiones” de derechos humanos oficiales y del poder judicial/ justificar el terrorismo de estado/ circo del régimen fascista….




-una visita de gabriel garcía márquez



penitenciaría de atlacomulco, morelos, méxico
noviembre 1977-abril 1980

gabrielito garcía márquez
nos visitó una tarde calurosa en la prisión de atlacomulco morelos
entre fines de 1979 y principios de 1980
no recuerdo la fecha
de hecho
lo memorable de aquella tertulia fue el chicharrón que llevó
la reclusa benita
era un enorme chicharrón envuelto en papel de estraza
nunca supe si gabo disertó sobre las vainas del mundo o de su obra
a veces levantaba un brazo o ambos
tampoco supe si eran malogrados intentos de gabito
por alcanzar el chicharrón entre la multitud de los demás brazos cazachicharroneros
otras gesticulaba
incluso cerró los ojos algunos instantes
sólo se escuchó el crujir del chicharrón en las mandíbulas llenas de los prisioneros oyentes
que no oímos nunca nada más que crujir y crujir
hasta que la reclusa benita lanzó un quejido más doloroso que
el del puerco sacrificado para el chicharrón
cuando el gran papel del envoltorio se fue haciendo inútil acordeón entre sus manos…. evidencia del chicharrón desaparecido
como desapareció la arenga magistral de garcía márquez en aquel voraz crujidero
al mismo tiempo se dio por terminada la reunión con el distinguido visitante
el de aracataca intentó un adiós sin conseguirlo
hundido en esa crónica chicharronera de lo inevitable
el futuro nóbel de literatura se levantó/ cuan alto es
vimos su saco gris sport como nube crispada
la mirada silente de un buendía en un mágico macondo amurallado/ miserable/ chicharronero
         a lo mejor es una mentada colombiana
pensé
pero/ nunca me importaron las mentadas
nacionales o internacionales
y me fui por un clandestino curadito en la prisión
una especie de pulque fermentado con cáscaras de piña
para aliviar la panza.... saciada de crujiente chicharrón….
fue hermoso



-deportes



penitenciaría de atlacomulco, morelos, méxico

noviembre 1977-abril 1980



había equipos de fútbol
-uno por galera
incluso una flamante selección
con uniformes nuevos
en blanco y verde
obsequiados con frecuencia
por el club zacatepec
de primera división
eran buenos
canjeables por latas de conservas/ atún
o unos toques de mota
los mismos futbolistas
a veces
también hacíamos básquetbol
/era más fácil romperle la cara a otro
había un ajedrecista incipiente /yo
tres o cuatro boxeadores
un tenista aficionado
eso era todo y
junto con el resto
incluyendo a las mujeres
practicamos el popular deporte
de cazar ratas
las empapamos con petróleo
luego las soltamos encendidas
ardientes
chillantes
locas y veloces
entonces corríamos
azuzándolas o huyendo
de su fuego
frente a la multitud hilarante
gozosa

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